miércoles, 11 de agosto de 2010

EL MITO DEMONIKON

Hace seis años fuí convocado por Editorial Thalos para escribir un comic-book de 100 páginas, guión del cual existía ya una serie de personajes y un vago argumento. Nada de título, por el momento. Debo haber buscado veinte, en dos tandas separadas. Ninguno fue aceptado aunque sabía que el nombre estaba entre los diez primeros. Finalmente lo descubrieron donde les había indicado: Demonikon. Tenía gancho, remitía al Necronomicon, al Satiricón y algunos otres "cones" más que andan dando vueltas por ahí. El producto iba a ser dibujado por Rubén Meriggi, se fabricaría el respectivo merchandising -ya se habían modelado en arcilla algunas figuras que deben existir pero que jamás vi ni en fotos- y se vendería a todo el mundo. Me tocaban, por contrato, el 16 % de todas las ganancias. Ni que hablar cuando llegáramos a Hollywood. Por lo menos un Oscar a los FX. Soy más bien cauteloso en cuanto a las expectativas. Pero por decir nomás, si hubiese ocurrido solo el 16 % de lo imaginado, la cosa pintaba bien.
Escribí la primera parte en dos semanas y la entregué. Inmediatamente, Rubén puso, encantado, manos a la obra. Fueron pasando los días, las semanas, los meses. Pero hay que dejar laburar a los artistas. Al medio año, del Demonikon estaba dibujado solo la mitad de la mitad que yo había entregado.
Para aquella época, Thalos había editado otras cosas como la revista Magma. Rubén, en calidad de editor, se dedicaba a un arduo trabajo de convocatoria de colaboradores. No había mucha plata para ellos. Las revistas debían contener material de archivo, ya publicado en el exterior. Por esa razón, el Demonikon seguía durmiendo el sueño de los (in)justos.
En el entretanto, Rubén había publicado un sketch-book bastante interesante con el raff de los principales personajes que se vendió bastante bien y creó gran expecativa en el público. Por entonces, al parecer, la edición tal como se la había pensado -papel finés, satinado y de importante gramaje- resultaba onerosa y los números que iban dictando las demás publicaciones provocaban algunos gestos de cautela en la cúpula de Thalos. Demonikon seguía dibujado solo su primera mitad y sin publicarse.
Los meses pasaron. Llegó Néstor. La economía se enturbiaba. Después aparecieron Cristina y su conflicto con el campo. La interrupción de los transportes mellaron la cadena de distribución y Thalos se detuvo.
Las publicaciones regulares de Thalos, Magma y Pandemonium, sufrieron drásticos cambios de adaptación a la nueva era de vacas flacas. Mientras tanto, del Demonikon, nada.
En los foros especializados se dudaba de su existencia. Podía ser un globo que Thalos había echado a volar. Demonikon terminó por convertirse en un involuntario mito.
Hasta el año pasado. Precisamente entre Noviembre y Diciembre.
Esa primera mitad dibujada se editó. En impresión más modesta, desde luego, pero todavía se encuentra en algunos kioskos. No es menor desde un punto de vista emocional.
Es la historia del arribo a la Tierra del Anticristo, pero desde una nueva perspectiva. El Buen Dios debe asociarse a su eterno enemigo: Lucifer, aunar fuerzas para impedir el final de todo lo conocido. Al parecer, aún queda un resquicio de salvación para los mortales.
También para Demonikon.
Rubén dice estar dibujando la segunda parte de la primera, aunque no me animo a pedirle ver las páginas. Así como fue errática la salida de las demás publicaciones de Thalos, Demonikon no fue la excepción. ¿Cuándo veremos el resto? No tengo idea. ¿Cuándo escribiré la segunda parte? Sé que no será mañana. Pero lo que está, está. Es esto y no está mal.
"No te preocupes por las cosas que no podés controlar", dice el Ripley de Patricia Highsmith. De acuerdo, no me preocupo. Es más, creí que jamás iba a ser editado. ¿De la venta al exterior? Es prematuro hablar de ello. Antes habría que completarlo. ¿Del merchandising? No tengo noticia. ¿De cobrar? Ni hablar. Después de todo es un desquiciado quien al dedicarse a escribir pretende hacerse rico.
Entiéndase bien, esta es una épica sin culpables. Quizá podríamos echarle el fardo a los hados, pero no es conveniente conociendo su irascibilidad.
Insisto en que, tanto como para Rubén Meriggi como para mí, incluso para la cúpula de Thalos, es un orgullo ver tu obra en la calle. Aprovecho, followers, para advertirles,que aún sin final, la historia puede leerse como una unidad. Los sub-plots terminan cerrando y, como en cualquier film de final abierto, nos deja a nosotros imaginar el destino de los mortales.
Además, el arte de Rubén, como era de esperar, es magnífico. Puede entreverse en las imágenes que acompañan esta reflexión.
Esto no es un drama. Es, simplemente, el derrotero que sufren infinidad de obras escritas y/o dibujadas. La mayoría no llega a ver la luz del día. Y si bien dudé en su momento, hoy confirmo que Demonikon sí lo hizo. Acá está. Buenas noches.











3 comentarios:

  1. Yo consegui hace poco la primera parte en el club del comic y tenian un par mas de ejemplares, admito que todavia no tuve tiempo de leerla pero ojeandola es muy lindo el arte, lastima que no se pudo hacer como decias en alta calidad. A ver Manuel cuando escribis algo de Dax o Crazy Jack de nuevo que me canse de los refritos.
    Saludos de Juan Jose su tecnico de pc favorito.

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  2. Una noche te vi caminando por la vereda de enfrente; te grité y no me diste bola. Seguramente irías enchufado a un MP3 inyectándote metal en el cerebro.

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  3. Que cagada que thalos este mas muerto que vivo, pintaba muy buena la cosa¿porque no salio en la magma o en pandemonium? esas revistas estaban bastante buenas, pero pienso que en lugar de sacar 3 revistas ( las ya nombradas mas "manuela") tendría que haberse preocupado por una, porque todo termino a medias.Lamentablemente a Meriggi, no le creo mucho,promete mas de lo que cumple. Espero realmente que en algún momento pueda continuar con Demonikon,y que ojala se publique ( o se realice, no se muy bien) la continuación de Generacion Maldita.

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