martes, 22 de septiembre de 2015

CLUB EXTREMO NEGRO

Nunca me asociaría a un club que me tuviera a mí como socio, más o menos, dijo Groucho Marx.  Yo sí.  Porque en aquel asado de una noche memorable, en los patios de la editorial Del Nuevo Extremo, en donde reunieron a todos los editados por el sello Extremo Negro, me sentí parte de ese club, el de la novela negra.  De pronto, me había dado cuenta de la cantidad de escritores que adhieren a la temática.  Por supuesto, hay otros, y muchos, y buenos.  Tizziani, Oyola, Sasturain, Cáceres, Krimer – que estaba acompañando a su pareja, Jorge Yaco, pero no salió en la foto por no haber sido editada en el sello, pero sí en Negro Absoluto-, y siguen los nombres.
    Fue fantástico.  Choricitos bombón, lechón, vacío y tintillo, previa picada de quesitos y fiambres, llenaron nuestros espíritus de camaradería y hermandad.  Me atrevo, incluso a decir que “Extremo Negro” se ha convertido en el sello que más libros del género ha editado en la actualidad, habiendo otros notables, claro, además de la insuperable pero lamentablemente extinta “Séptimo Círculo”.
   No voy a enlistar los nombres de los presentes.  Quienes lo siguen lo saben.  Aquella noche faltaban Sergio Sinay y Daniel Sorín, vaya a saber por qué.  Pero estaba el sobrino del primero, Sergio, autor –entre otros- de “Los crímenes de Moisesville”, que se conecta históricamente con personajes reales aparecidos en “El Oro de Berlín”, de Yaco, por otro lado, finalista de un premio de la Semana Negra de Gijón.
    Nos sentíamos tan exultantes que en el momento de la foto general, no podíamos dejar de parlotear, hasta que el daguerrotipista digital, un hombre de barba, ciento cincuenta kilos y un metro noventa de altura, gritó con voz grave y autoritaria: ¡¡¡Silencio!!!.  Y todos quedamos freezados.  Esa es la foto que aquí subo, la misma de la revista “N”

   Insisto, “YO” estaba allí.   Me sentía parte de esa gente extraña, que imagina perversiones y secretos laberínticos.  Y mi corazón se hinchó de gozo. En otras palabras, un club.  Un club del cual me siento orgulloso de pertenecer.  Sin alusiones al slogan de alguna tarjeta de crédito.  Motivos ajenos a mi voluntad, me hacen subir esto ahora, desde lo que pasó más de medio año.  Pero no me importa.  De algún modo, este blog es también una cierta memorabilia, como han visto y verán mis pocos pero selectos seguidores.      
ASADITO
CON ERNESTO MALLO Y -OJO- BEBIENDO AGUA MINERAL
CON JAVIER SINAY
CARLOS SAEZ (EDITOR) Y MIGUEL GAYA
TODOS JUNTOS
Y por último, videíto promo.

Hasta la próxima.