jueves, 9 de marzo de 2017

IVANHOE, EL COMIC BOOK

¿Podemos nominar a “Ivanhoe” como la primera novela histórica?  Definitivamente, sí.  Su virtual competidora en esta lidia sería “Salambó”, de Gustav Flaubert, ambientada en la Cartago del siglo III A.C., en su guerra contra Roma.
    Hoy por hoy, la primera tiene el aspecto de novela juvenil gracias a su ágil y sencilla lectura, a su ambiente de aventuras caballerescas y su clásico arco dramático.
    La segunda es decididamente adulta, exótica, sensual, descriptiva y ardua de leer para el no experimentado.  Pero el hecho es que fue publicada cuarenta años después de “Ivanhoe”. 
    Esto la convierte positivamente en “segunda”.  Pero es, como diríamos, más “intelectual”, por lo que suele ser elegida en primer lugar. 
    Continuemos.
    “Ivanhoe” no nació como una novela juvenil.  Detrás de ella acechan varias lecturas.  La relación entre padre e hijo.  Los amores no correspondidos.  La tensión entre pueblos invasores e invadidos.  El cobarde sentimiento antisemita.  Y una mirada menos romántica que la tejida en la actualidad sobre Los Caballeros Templarios.  ¿Les parece poco?
    Pro mi parte fue un verdadero bordado la tarea de adaptación de esta maravillosa novela al comic.  El esfuerzo que hizo Marco Baldi, su dibujante y mi ex compañero de la escuela de arte Sótano Blanco, está a la vista.  Ha quedado un trabajo impecable, gracias a la delicada supervisión de sus “editors” Juan Cruz de Sábato y Oscar Taboada, además de la onerosa inversión en impresión de Latinbooks.
    Acá está, nomás, el resultado.  Sin duda es una recomendable lectura para niños y jóvenes.  Y, curioso, no es para nada cara.

    Nos vemos en las librerías.