viernes, 28 de septiembre de 2012

ADAPTACIONES DE "LOS TRES MOSQUETEROS" Y DE "EL MIO CID"

Adaptar una obra es homologarla a otro sistema de percepción. Las hay de la novela o el teatro al cine, del cine a la novela y, como en este caso, de la novela o el cantar épico a la historieta.


Un concepto crucial que suelo transmitir en mis seminarios es de la “desaparición” del guionista tras la obra gráfica. El guionista debe ponerse al servicio de ella, o si lo prefieren, al del dibujante. Este último es quien debe lucirse, como los actores de un film. La gente que va al cine los recuerda a ellos, no a los directores. Y mucho menos a los guionistas. Dice Woody Allen de cierta actriz que era tan estúpida que se encamaba con un guionista para trepar en Hollywood.

Existen adaptaciones exitosas de piezas teatrales a la pantalla grande como “Odd Couple”, de Neil Simon, conocida en el mercado hispano como “Extraña Pareja”, u otras fallidas como “Le dieu du carnage” –Un dios salvaje- de Jazmina Reza, sobre la que el columnista cinematográfico del semanario “Ñ” Jorge Carnevale se pregunta lúcidamente por qué al llegar a tan alto grado de agresión dentro de un living, los personajes no se marchan airados de escena.

Esta vez me tocó llevar a la historieta dos clásicos. “Los Tres Mosqueteros” de Alejandro Dumas y el, digamos, anónimo “El Cantar del Mío Cid”. Dumas escribía folletines para semanarios. De acuerdo al entusiasmo de sus lectores las iba alargando, incluyendo nuevas peripecias para sus personajes que, una vez publicadas en un solo volumen, quedaba de setecientas páginas. Verter semejante cosa en sesenta y seis, de no más de cinco viñetas por página, requirió de un desbrozamiento importante del original. El objetivo era tener una narración cinematográfica, no una sucesión de slides frizados. En una adaptación de espacio limitado se deben tener en cuenta solamente los núcleos temáticos y descartar los subplots.

“El Cantar” es un poema menos entreverado que “Los Mosqueteros” aunque no más fácil. Aquí el trabajo se concentraba en el lenguaje. Debía mantener un aire medieval pero ser comprensible a los niños contemporáneos.

Este no es lugar donde extenderme sobre la técnica de la adaptación. Solo quería anunciar este esfuerzo de Latinbooks Internacional en producirlas y editarlas de modo tan lujoso. “Los Mosqueteros” con dibujos de Pietro, y “El Mío Cid”, con los de Iván Jacob, han resultado sorprendentes. Estos dibujantes lograron transmitir su tremenda simpatía en ellos, con la que atraparán a los jóvenes lectores y les sembrarán el germen de investigar las obras originales.

A la cálida gente de Latinbooks Internacional, y a Pietro y Jacob, solo me queda decirles que me siento por demás satisfecho con su trabajo. Los volúmenes están siendo distribuidos por toda América y pronto irán a la Feria de Frankfurt. Pero atención, vendrán otros. A esperar.



viernes, 6 de julio de 2012

MI BUENOS AIRES NEGRA

Veo, no sin preocupación, que este espacio destinado a la reflexión e información, se me está transformando en un album familiar. Me apoyo en tres apotegmas. El primero, cinematográfico, dice: “Una imagen vale más que mil palabras”. El segundo remite al cuadro de la enfermera con el índice sobre los labios: “El silencio es salud”. El tercero es oriental: “Que lo que tengas que decir, sea más importante que el silencio que vas a romper”. Pues bien, como fui invitado a presentar “Que me vengan a Buscar” a Buenos Aires Negra, decidí hablar (o escribir) menos y mostrar más. Esta es, entonces, mi mirada sobre BAN 2012 a través de la lente. El detallista lector descubrirá un defecto en las fotografías: en todas ellas aparece mi horrible carota. Parafraseando al célebre etólogo argentino Aníbal Fernández digo: ¡La cámara es mía y con ella hago lo que se me canta! ¡¡Allá van (o ban)!!
Factótum de Buenos Aires Negra, Ernesto Mallo y su novela histórica "El Relicario"
Las encantadoras Elsa Osorio y Luisa Valenzuela.
¿Qué decir? El inefable Leonardo Oyola, mejor libro 2011 por "Kryptonita".
Con el señor Guillermo Orsi, Ganador de los Premios Hammet, Emecé y Umbriel.
De izquierda a derecha. Leonardo Oyola, su servidor, Miguel Angel Molfino y Guillermo Orsi
Y la estrella mediática del evento: Dany "Millonario " Rojo, ex delincuente ahora dedicado al excelso arte de la palabra escrita.

lunes, 25 de junio de 2012

GRACIAS ENE, GRACIAS SAN JUAN

El nombre de el Primer Encuentra Nacional de Literatura, Ilustración y Diseño Editorial resultó tan largo a los organizadores que terminó reducido a Encuentro Nacional Editorial, ENE. Pero esta mutación resultó inversamente proporcional al evento.
    María Elena Alonso fue una de sus principales creadoras y organizadoras. Se movió como un relámpago durante meses para tramarlo, apoyada por un grupo de colaboradores de la Universidad, de la Secretaría de Turismo y del Ministerio de Cultura de San Juan. La organización fue impecable. Nada estuvo librado al azar.
    Fui uno de los docentes invitados, entre nombres como Poli Bernatene, María Teresa Andruetto, Juan Terranova, Keki, José Sanabria, Alberto Laiseca, Alex Dukal, y tantos otros. Un verdadero honor. Este post es para agradecer a aquellos que creyeron que podía hacer mi pequeño aporte sobre el método de escribir guiones de historieta.
    En mi caso, tuve la fortuna de contar como anfitriona a la arquitecta Selva Martínez, directora del Circot de la Universidad de Ingeniería, nada menos. Gracias María Elena. Gracias Selva. Gracias ENE. Gracias San Juan.

El grupo de alumnos que se quedó "después de hora" para la foto más la simpática arquitecta Selva Martínez, segunda a tu derecha.



Junto a mi viejo amigo el ilustrador infantil José Sanabria y mi nueva amiga Selva Martínez.



Y aquí con Juan Terranova y María Teresa Andruetto, primer/a autor/a argentino/a en ganar el Premio Internacional Hans Christian Anderesen

jueves, 7 de junio de 2012

"QUE ME VENGAN A BUSCAR" EN BAN 2012



Después de cuatro años espasmódicos y titubeantes terminé de escribir “Que me vengan a buscar”. No existían en Argentina concursos de novela negra lo que me llevó a gastar un dineral en correo para presentarla a dos en España. No salí ni a placé.


Decidí mostrarla a una veintena de editoras entre medianas, pequeñas e independientes. Solo me respondió una para decirme que la primera página estaba buena –no habían leído más que eso- pero que su cronograma de publicaciones estaba completo. Se me ocurrió entonces que mi, por aquel entonces, editor de comics podría jugarse a editar un libro de texto y le invité un almuerzo para ponerle el zocotroco anillado delante de los canelones con tuco. ¿Una novela? ¿Escribiste una novela? Mirá, vos. ¿Cuándo? Justo estaba pensando en editar libros. Me salen más baratos que las historietas, ¿viste? Incluso ya tengo pensada una colección de astrología y numerología.

Mi, por aquel entonces, editor la leyó, le gustó y prometió publicarla. Pasaron otros dos años y justo cuando estaba a punto, sus finanzas quebraron. Sentía yo que la novela había cumplido su ciclo. Debía publicarla por mi cuenta. Pedí dos presupuestos para una tiradita de trescientos ejemplares que a mis flacos bolsillos resultaron inviables. La culebra se mordía la cola. El ciclo se cerraba cuando, oh sorpresa, a través de los medios me entero que en pocos días cerraban tres concursos de novela. Fundí la fuente de alimentación de un par de fotocopiadoras pero los zocotrocos allí partieron. A los tres simultáneamente; contravención advertida en las bases de cualquier concurso decente, pero recurso práctico para escritores nóveles. Corría el año 2010.

No quedé ni como finalista en los dos menores, me refiero solo a la cantidad en metálico, pero sí en el mayor. Digo, Premio Clarín de Novela. No lo podía creer. Me empilché para la fiesta, que estuvo buena, pero la estatuilla se la llevó Gustavo Nielsen. No me importó. Estaba contento. Había pegado. En el palo, pero había pegado.

Como por arte de magia, al año siguiente aparece el “Concurso de Novela Negra Del Nuevo Extremo”. El primero que tenga noticia de novela negra argentina. Lo ganó mi viejo amigo Eugenio Zappietro, mejor conocido como Ray Collins con “Mi nombre es Zero Galván”. Esta vez fue emocionante. Se lo merecía. Además de poseer una prosa exquisita es una novela de ruptura. Cuando la lean sabrán a qué me refiero.

Y, nuevamente como por arte de magia, quedé como uno de los tres finalistas.

“Que me vengan a buscar” puede encontrarse hoy en cualquier librería. Pero lo mejor es que va a ser presentada en Buenos Aires Negra, el primer festival en la ciudad de novela de género. Será este lunes 11 de junio en la Librería Hernández a las 18 hs. Moderará la mesa Raúl Argemí, multipremiado escritor de policiales. Presentarán también sus obras Kike Ferrari, niño mimado de la Semana Negra de Gijón; el mismo Eugenio Zappietro, y colaborará con la charla el editor de Del Nuevo Extremo Carlos Santos Sáez.

Pueden encontrar la información del festival en



                           buenosairesnegra.wordpress.com



Cuando vean la calidad de los invitados van a venir corriendo. Y lo mejor: todo es gratis.

lunes, 26 de marzo de 2012

WOODIANA

Vamos, que pareciera que me la paso de fiesta en fiesta. Nada de eso. También laburo. Un amigo dijo una vez que soñaba ser invitado a esa clase de fiestas a las que a él jamás invitarían. A mi me pasa lo contrario. Rolkiem y sus secuaces me invitaron nomás a la Primera Woodiana. Explico un poco. Fue una fiesta homenaje a Robin Wood.
Escuché en un principio que los organizadores no tenían confirmada su presencia. Lo saben, Robin ha vivido en diferentes partes del mundo. Ahora le toca a Asunción de Paraguay. Y si bien no es tan lejos, tampoco queda a la vuelta de la esquina. Pero hizo un esfuerzo y vino. Durante su charla, trató de disimularlo, pero me di cuenta que se había emocionado. Entiéndalo, esto no era un feria a la que Robin está tan acostumbrado, no. Era una reunión de amigos, colegas y fans. Y éstos últimos debían pagar la entrada. El resultado: alrededor de cincuenta mesas de seis platos cada una, a full. Pizza, vino, café y champagne libre. Entrega de estatuillas. El anuncio de la entrada a pre producción del largometraje de “Nippur de Lagash”, de la digitalización de toda la obra de Robin; la entrega a cada invitado de un volumen del último episodio de Nippur, escrito especialmente por el señor para la ocasión; sorteo de poster y revistas de colección autografiadas. El hombre en cuestión fue mantenido como rehén toda la noche por cientos de fans que le rogaban un autógrafo. Yo mismo firmé sorprendido varios. Como decirlo, estábamos casi todos los que hacíamos Columba. Hasta sentí presente la memoria de los que ya no están. Me la pasaba de mesa en mesa, encontrando amigos, colegas y desconocidos conocidos con los que ya había establecido un diálogo a través de las páginas de Columba. Cada vez que volvía a mi silla, la pizza había pasado de largo. Esa noche me tocó en (buena) suerte sentarme a la izquierda de Nati, una encantadora fan de Columba. Ella fue la que se encargó de reservarme las pizzas durante mis erráticas evoluciones a lo largo y a lo ancho del enorme salón. Nati, no tuve oportunidad de agradecerte ni tu atención ni los cálidos recuerdos que trajiste de Crazy Jack. Ni siquiera tuve oportunidad de despedirme. Me dejaste un comentario en el post “Dagos 2008”. No podía responderte con otro perdido por allá abajo. Debía hacerlo en una carta abierta, como esta.
Como no nos queríamos ir del salón, nos echaron pasada la medianoche. Con Rolkiem, Cayo César, Ariel Avilés, Marcelo Basile, Néstor Barrón y algunos que no supe su nombre, terminamos la fiesta a las 4 am en un bar de San Telmo entre sidras y cervezas que, sumados al vino y al champagne previos, lograron desorientarme mientras buscaba el camino a casa.
Chotitos míos, no creáis en lo que afirma Claudio María Domínguez. No todos los momentos son únicos y maravillosos. No. Momentos como éste son contados. Acá van algunas fotos. Y Néstor, podés bajar de aquí la que estás con Robin. Es tuya.






Robin, Graciela Sténico y participantes de woodiana hacen los anuncios.




La mesa de Robin, Carlos Gomez, y Alfredo Falugi con respectivas esposas


Barron, yo y Alberto Caliva


El Homenajeado y yo



Nestor Barron y el homenajeado



Con una pequeña admiradora

martes, 6 de marzo de 2012

MISION MEDIA CORREGIDA

Tengo el deber de informar a todos que la página web, anunciada en el post anterior, ya ha corregido los errores cometidos por terceros.  Me han explicado las razones y todos entendemos que no se trató de mala fe.  Desde ésta, deseo a Mision Media producciones todo el éxito que se merece.     

lunes, 5 de marzo de 2012

DATOS DUDOSOS EN MISION MEDIA PRODUCCIONES

El título es lo que por ahora me atrevo a manifestar.  Si algún desprevenido entra a la página web http://mmprod.jimdo.com/ verá mi nombre y fotografía como parte del staff.  Declaro públicamente que desconozco a cualquiera de las personas que allí se nombran, si es que existen, y que no formo ni formé jamás parte de la presunta compañía audiovisual Mision Media Producciones.  De ser un error o una confusión, Mision Media Producciones ya fue advertida sobre las acciones legales que iniciaría en su contra si no se presenta la verdadera identidad y filiación del Manuel Morini guionista que dice pertenecer al staff, además de eliminar mi fotografía a todas luces levantada de este blog.